Recursos Inhumanos (3)
Difícil, muy difícil se lo pusieron al subdirector general las cuatro candidatas. A pesar de ser lo que es y ocupar el puesto que ocupa, con potestad omnímoda para hacerlo, no supo decidir… o no quiso hacerlo. Todo porque le gustaron las cuatro. A cada una le veía alguna gracia de la que no quería desembarazarse. Que si ésta tiene los ojos como luceros, que si la rubia tiene un porte (y unas tetas, añadía por lo bajo), que si la morena es dulce, que si la otra, la que vino con el currículo sin foto, tiene una personalidad muy atrayente… Total que tuvo que recurrir a Veramundo para que pusiese un poco de sensatez a todo aquél cúmulo de primitivas sensaciones de macho poderoso. Sólo le puso una condición, “Veramundo, elige tu a quién quieras y con las otras déjame bien ¿de acuerdo?”. Y Veramundo que sólo peina canas lo dejó bien. Llamó en primer lugar a su escogida y luego, una vez se hubo asegurado de su “si quiero”, telefoneó una a una a las no elegidas y a todas les repitió la misma letanía: “Nuestro subdirector general ha quedado impresionado de tus cualidades (hay conversaciones en que el tuteo es obligado) y ha visto que el puesto que ofrecemos es de un nivel inferior a tu perfil”… y añadía “Precisamente estamos llevando a cabo otro proceso de selección en Murcia de categoría superior –y por supuesto sueldo- si lo quieres es tuyo”. Veramundo ya sabía el apego que las personas, sobre todo las mujeres, tienen a sus compañeros o, para ser más exacto, lo poco que les gustas a estos que sus mujeres se vayan a buscar fortuna a más de trescientos quilómetros de distancia por lo que era perfecto conocedor de la respuesta de cada una de ellas. Tampoco falló en esta ocasión. Todas declinaron la fantástica oferta y tras un –sincero- gesto de decepción por parte de Veramundo, éste les pedía permiso para guardar su currículo ”por si se presentaba una nueva ocasión””Por supuesto, estaré encantada en trabajar para su empresa” respondían todas volviendo de nuevo al tratamiento consular al haber desaparecido la posibilidad de ser compañeros de trabajo.
Veramundo suspiró y se quedó con la mirada perdida en el auricular del teléfono que acababa de colgar. Los rituales vaciaban su mente. Tras unos segundos volvió a la realidad con cierto fastidio a pesar de que su "victoria" había sido total y en toda regla. Y es que, el jueves, vuelta a empezar con la liturgia. Esta vez le esperan cientos de sonrisas en Murcia. Ahora, se prometió, toca un hombre.
7 comentarios
Abril -
Yo, sin dudarlo, me quedaría con Veramundo ;-)
Anonima -
Anonima -
Leandro -
Sinuosa -
Anónimo -
Dejo a un lado posibles interpretaciones de género porque la resolución del problema serviría igual a la hora de elegir un candidato masculino. Y es que ya se sabe..., tomar decisiones es muy estresante.
Saludos.
María José de gata a pantera -
El trifásico siempre funciona. Ahora que el señor (por llamarlo de alguna manera) subdirector general se las trae, todo un subdirector y no sabe decidir si todo lo hace igual creo que ganaron las que no entraron a trabajar.
Y sobre tu comentario de que se pueden quedar embarazadas, la baja, la excedencia .me quieres decir que los hombres nunca se ponen enfermos? Nunca faltan al trabajo? pues que Dios los guarde bien y les libre de toda enfermedad.
Besitos a miles ya que los quieres todos.